Inside Job (2010)




Es muy probable que mucho de nosotros ya hayamos visto una o dos películas o documentales sobre la crisis financiera que vivió los Estados Unidos en el año 2008, la llamada crisis Subprime. Debido a que lo sucedido en aquella crisis es sumamente interesante y tuvo efectos en la economía mundial, se han filmado decenas de documentales sobre lo sucedido.

Hoy les hablaremos sobre un famoso documental sobre dicha crisis, Inside Job, el cual fue publicado en el año 2010 y resultó ganador en el 2011 del Oscar al mejor documental.

El documental nos muestra como surgió la crisis Subprime que llevó a EEUU a una crisis financiera en 2008. Surgió cuando, en los años 80, el gobierno dio inicio a 30 años de desregulación financiera. Con la desregulación aprobada por el entonces presidente Donald Reagan en el año 1982, se les permitió a las entidades de ahorros y préstamos hacer inversiones de riesgo con el dinero de sus depositantes. A finales de dicha década, cientos de entidades de intermediación financiera habían fracasado, costando unos US$120,000MM.

La corrupción que se dio en el sector financiero involucró también a las agencias calificadoras. Inside Job pone como un primer ejemplo de esta corrupción el de como los bancos de inversión habían publicitado a compañías de internet que sabían que iban a caer, porque las mismas habían sido señaladas como basuras por analistas, y las que, sin embargo, las agencias calificadoras habían calificado con altas puntuaciones, marcándolas como seguras. Para marzo 2002, diez bancos de inversión que estaban involucrados pagaron US$1,400MM de dólares en multas.

No es algo nuevo que las firmas financieras más grandes del mundo se vean envueltas en escándalos de corrupción; estas han lavado dinero, han estafado a los clientes, han disfrazado información en sus libros contables, han sobornado a funcionarios del gobierno, han ayudado a los ciudadanos ricos de Estados Unidos a evadir impuestos y hasta han ayudado a enviar dinero para el programa nuclear de Iraq (en el caso de la firma suiza Credit Suisse).

A finales de los años 90, el sector financiero estaba consolidado en unas pocas firmas que si colapsaban podían desmoronar todo el sistema financiero. La desregulación y el avance en la tecnología generaron productos financieros complejos llamados derivados, los cuales “hacían los mercados más seguros”. Usando los derivados los banqueros especulaban con todo. En 1998 una persona intentó regularlos, pero el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, durante el gobierno de Bill Clinton, lo detuvo porque con ello se ganaba mucho dinero. Primero se negó el gobierno y luego el congreso: decían que no era necesaria la regulación.

Posteriormente surgió la titularización, mediante esta la persona que da el préstamo no corre riesgo alguno si el deudor no devuelve el dinero. En el sistema tradicional el pago mensual que el deudor realiza de la hipoteca lo recibe el prestamista local, con el nuevo sistema los prestamista vendían las hipotecas a los bancos de inversión, los bancos de inversión combinaban esas hipotecas junto a otros prestamos (como automotrices, estudiantiles o de tarjetas de crédito) para crear derivados complejos llamados Obligaciones de Deuda Colateral (CDO). Estos CDO eran vendidos por los bancos de inversión a compañías inversoras, de manera que cuando los dueños de las casas realizaban los pagos de hipotecas el dinero iba a los inversores en todo el mundo. Los bancos de inversión pagaban a las agencias calificadoras de riesgos para que evaluaran los CDO, estas le otorgaban así excelentes clasificaciones (AAA, tan seguros como los títulos del gobierno) volviéndose los CDO muy populares, inclusive entre los fondos de retiro. Con este mecanismo de calificación pasaron de ser unos pocos AAA a cientos de miles, ganando las calificadoras como S&P, Fitch, y Moody’s cuantiosos beneficios, esta ultima logrando hasta cuadriplicar sus ingresos.

Con la titularización, a los prestamistas dejó de importarles si los prestatarios podían devolver el dinero, otorgando así préstamos más riesgosos cada vez (préstamos subprime). A los bancos de inversión tampoco les importaba si el prestatario pagaba las cuotas ya que mientras más CDO basura vendían más ganancias obtenían, solo les importaba el volumen, y las calificadoras de riesgos no tenían responsabilidad alguna ya que alegaban que sus calificaciones eran tan solo una opinión propia. Con este descontrol de otorgamiento de préstamos a personas que no podían pagarlos, la cantidad de hipotecas concedidas entre 2000-2003 se multiplicó por 4 y sus precios se dispararon, creando una burbuja financiera. Durante esta burbuja los bancos de inversión pedían muchos préstamos para comprar más créditos y crear más CDO. La Comisión de Bolsa y Valores (SEC) no realizó ninguna investigación durante la burbuja, incluso canalizó la posibilidad de quitar el límite de apalancamiento a los bancos de inversión, quienes pasaron de tener una relación entre dinero prestado y capital propio (apalancamiento) relativamente baja hasta llegar a estar en una relación 33:1. Pero eso no es todo, la corrupción iba más allá.

La American International Group (AIG, la compañía más grande de seguros), además de vender grandes cantidades de CDO, vendía Permutas de Incumplimiento Crediticio (CDS), las cuales funcionaban como una póliza de seguro para los poseedores de los CDO. Así, los poseedores de estos CDS pagaban una prima trimestral a AIG para que, en caso de que los CDO llegaran a tener problemas, AIG se comprometiera a pagar al inversor por la pérdida; sin embargo, había otro negocio más, los especuladores también podían comprar a AIG Permutas de Incumplimiento Crediticio para apostar por el fracaso de los CDO; estas no estaban reguladas por lo que AIG no tenía que tener provisiones para cumplir con potenciales pérdidas. Es tan descarado esto que hasta Goldman Sachs y Morgan Stanley apostaban al fracaso de los CDO, aún cuando estos aseguraban que eran de calidad al público que se los vendían.

Con todo este negocio se beneficiaban los bancos de inversiones, a los demás banqueros, y a sus amigos. Con las inmensas ganancias obtenidas, los altos ejecutivos despilfarraban el dinero en lujos, clubes de striptease e incluso aviones privados.

Goldman Sachs vendió tan solo en la primera mitad de 2006 al menos US$31,000MM en las primas de los CDO basuras. Pero como todo esto había formado una burbuja financiera, la misma debía explotar en algún momento ya que los prestatarios pedían hasta el 99.9% del valor de la casa, esto quería decir que no tenían ningún otro dinero. En octubre 2007 más de un tercio de las hipotecas estaban en mora.

Cuando la crisis llegó a principio de 2008, la ejecución de viviendas (por el incumplimiento de pago de los prestatarios) aumentó exponencialmente. Los prestamistas ya no podían vender los préstamos a los bancos de inversión, los préstamos se perdían y los prestamistas quebraban. El mercado de los CDO se derrumbó, los bancos de inversión se quedaron con cientos de miles de millones en préstamos, CDO y bienes raíces que no podían vender. En marzo 2008 cayó el banco de inversiones Bear Stearns, el cual luego fue adquirido por JP Morgan Chase a un precio de US$2 por acción. En septiembre 2008 Lehman Brothers presentó pérdidas por US$3,000MM de dólares y se desmoronaron las acciones, el Bank of America adquirió al Merrill Lynch, AIG debía US$13,000MM a los poseedores de Permutas de Incumplimiento Crediticio y no tenía dinero para pagar (AIG fue adquirida luego por el gobierno). Con esta crisis, y la estabilidad del sistema financiero en peligro, el presidente de aquel entonces, George W. Busch, firmó un rescate de US$700,000MM de dólares. Esta receSión dejó sin empleos alrededor de 30 millones de personas y duplicó la deuda externa de los Estados Unidos. Representó una destrucción de riqueza de capital y de riqueza de viviendas, causada por una industria fuera de control que ganaba mucho dinero sucio.

Lo expuesto deja ver la corrupción que se vivió en el sistema financiero con este sistema de otorgamiento de préstamos en el cual la industria financiera dio la espalda a la sociedad. Pero lo anterior nos hace preguntarnos ¿qué les pasó a los altos ejecutivos de los bancos de inversiones involucrados, a los actores principales de la crisis? Estos culpables de la crisis se quedaron con todo el dinero que hicieron durante la burbuja, más aún, algunos de estos culpables se encuentran en el poder ya que les fueron otorgados altos cargos políticos dentro del sistema financiero, como si a los presidentes de turno se les hubiera olvidado lo que sucedió. Por ello se dice que EEUU es un gobierno de Wall Street, un sistema político corrompido por este.

¿Y tu? ¿Ya lo viste? Si la respuesta es no, en Boulevard Financiero te recomendamos que lo veas cuanto antes.

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